En el ámbito empresarial, la logística se define en términos sencillos como el acto de asegurar la disponibilidad precisa de recursos y suministros en el momento exacto, garantizando su traslado al destino adecuado en condiciones óptimas y su entrega al destinatario, sea interno o externo, de manera precisa.
Para ilustrar este concepto, consideremos el sector del gas natural, donde la logística abarca la gestión integral de oleoductos, flotas de vehículos, infraestructuras de almacenamiento y centros de distribución, en el marco de la transformación continua del gas a lo largo de la cadena de suministro.