El transporte de mercancías constituye un pilar fundamental en la cadena de suministro global, permitiendo el flujo continuo de productos entre productores, distribuidores y consumidores finales. Esta actividad, vital para el desarrollo económico y la expansión comercial, se apoya en diversas modalidades de envío, incluyendo el aéreo, marítimo, ferroviario y por carretera, cada uno con sus propias ventajas, limitaciones y aplicaciones específicas según el tipo de carga, distancia, coste y tiempo de entrega.