Uno de los métodos de transporte de mercancía clásico es el transporte por carretera. Es una opción versátil que además de adaptarse más fácilmente a los contratiempos que puedan surgir, solo dependen de un solo recurso.
Una de las grandes ventajas que ofrece este tipo de transporte es la rapidez para distancias cortas y medias, flexibilidad y servicio de entrega hasta la puerta. La gestión de la puesta en marcha de la mercancía no requiere mucha antelación. Por lo cual su logística es bastante sencilla. Se puede adaptar fácilmente a los requisitos de una ruta e incluso modificarse hasta en el último momento.
Todo ello a un precio bastante competitivo.